Hoy en día las personas tienen más que lo que realmente necesitan. Cuando tienes demasiadas cosas, la vida empieza a complicarse un poco. Si escoges tener menos, puedes empezar a centrarte más.
La perspectiva del «menos es más» es universal, así que puedes utilizarla en casi cualquier situación.
Cada vez que creo un producto, pienso en tener menos características. Cuando voy de compras, llevo una lista y sólo compro lo que me falta en casa. Si viajo, llevo menos ropa. Si tengo un proyecto, sólo trabajo en una tarea a la vez.
Desde que elegí tener menos (menos tareas pendientes, menos cosas que comprar, menos ropa, menos capítulos que escribir), la vida transcurre con más fluidez y consigo terminar mis proyectos más rápido.