Para tener éxito -online u offline- tienes que cambiar; dejar de ser un buscador de oportunidades y pasar a ser un emprendedor.
Tienes que darte tiempo para construir tu negocio, para trabajar en la mejora de los sistemas de tu negocio. Y tienes que hacerlo ya.
Tu negocio tiene que centrarse en tus habilidades, en lo que eres bueno. Está bien tener un negocio que gire en torno a lo que te guste, pero no es suficiente. Tienes que hacer algo en lo que seas bueno.
Por ejemplo, a mí me encanta cantar. Canto cada vez que puedo: en la ducha, solo en casa, en el coche, mientras trabajo… Me apasiona cantar. Pero soy malísimo. Como me dijo Juan, el dueño del restaurante La Tasca de Mi Abuelo, en Tenerife: «Alfredo, podrías ser un gran cantante… si no fuera por la voz».
Si me propusiera trabajar como cantante, mi pasión por el canto no me llevaría muy lejos. Tendría que ser bueno cantando.
Tienes que tener un negocio en el que seas bueno, o ponerte en una posición en la que puedas expresar tu talento natural. Puedes contratar a alguien que sea bueno en lo que a ti te falla. Si no lo haces así, te condenarás a una vida luchando contra la corriente. Como si subieras por una montaña arrastrando una roca de tres toneladas.
Construye tu negocio alrededor de tus habilidades naturales y, sobretodo, construye un negocio: no vayas por ahí buscando oportunidades para hacerte rico de la noche a la mañana. Esas oportunidades sólo existen para sacarte el dinero. Invierte en métodos y modelos de negocio válidos, que sepas que te van a dar beneficios reales, aunque sea a medio o largo plazo.