Muchas personas dicen que se necesita dinero para hacer dinero y que si no lo tienes, no podrás tener éxito.
Me gusta mucho leer y he conocido la historia de muchas personas que han empezado sin nada o, peor aún, debiendo dinero, y poco a poco se han llegado a convertir en multimillonarios.
Tomemos como ejemplo a A.T. Stewart quien fue un pobre chico de New York. Stewart mpezó con $1.50, perdió más de la mitad de su dinero en un intento de negocio, aprendió la lección, luego tomo los .63 centavos sobrantes y los hizo crecer hasta convertirlos en un imperio de $40,000,000.
John Jacob Astor (de los famosos Astors) llegó endeudado a Norteamérica, debiendo el dinero de su pasaje para cruzar el Atlántico, y terminó creando una fortuna que la familia Astor aún disfruta.
Otro ejemplo es el que podemos leer en el libro «Acres de Diamantes«. Esta historia trata de un pobre hombre que vivía en Hingham, Massachusetts. No tenía trabajo ni dinero ahorrado. Lo único que es tenía era un poco de leña, una cuchilla y habilidad para tallar.
Por el pedido de un amigo empezó a tallar juguetes y a venderlos en una tienda de zapatos cerca de su casa. Con el tiempo, se convirtió en el hombre más rico de Massachusetts con una fortuna valorada en más de 100 millones de dólares.
Una mujer de New Britain, Connecticut estaba cansada de los botones y terminó inventando el broche que encontramos en mucha de la ropa que usamos hoy en día, incluyendo sujetadores femeninos y muchos pantalones para niños. Por supuesto que este invento la hizo millonaria.
No podemos olvidar a Andrew Carnegie quien vino a América desde Escocia sin un centavo y terminó convirtiéndose en uno de los hombres más ricos de América.
La próxima vez que alguien te diga que la única forma de ganar dinero es empezar teniendo dinero, no le creas. No desperdicies tu tiempo tratando de convencer a esa persona porque lo más seguro es que defienda esa excusa a muerte. Porque si cedieran, tendrían que enfrentarse al hecho de que ellos mismos tienen la culpa de no ganar dinero.
Es cierto que una vez que tienes dinero puedes multiplicarlo con rapidez, pero no necesitas dinero para ganarlo
Haz una evaluación de lo que tienes, de los recursos que posees, qué es lo que te gusta hacer y busca a aquellos que necesiten los servicios o productos que tú eres capaz de realizar.
Lee los libros clásicos (y los nuevos) relacionados con el éxito financiero y descubrirás por ti mismo los factores comunes que tienen todas estas historias. Encuentra un deseo ardiente dentro de ti y haz que ocurra. Provócalo. Nunca te rindas; lee, estudia, pregunta a otros si es que fallas, y levántate, sacúdete el polvo y regresa al camino que te llevará a tu objetivo.